Ferrari presentó la 849 Testarossa, un superdeportivo híbrido enchufable que reemplaza a la SF90 Stradale. Utiliza un nombre icónico utilizado por modelos como el recortado modelo nacido en 1984.
La mecánica cuenta con un sistema híbrido enchufable (PHEV) derivado del auto anterior, pero con mayor potencia: ofrece 1.050 CV de potencia (50 CV más) gracias a mejoras como el motor V8 biturbo (central trasero), que ahora genera 830 CV (50 CV extra) y 842 Nm de toque.
El propulsor naftero se combina con tres motores eléctricos: uno trasero y dos delanteros, que suman 220 CV. Además, permiten la tracción total bajo demanda combinada con el sistema de vectorización de torque. Por su parte, la caja es automática con doble embrague y ocho velocidades.
La 849 Testarossa acelera de 0 a 100 km/h en menos de 2,3 segundos y de 0 a 200 km/h en 6,35 segundos, además de alcanzar una velocidad máxima superior a los 330 km/h. La electrificación incluye una batería de iones de litio de 7,45 kWh y permite hasta 25 km de autonomía con cero emisiones.
Con 4.718 mm de largo, el superdeportivo del Cavallino Rampante se destaca por su nuevo diseño inspirado en los prototipos deportivos de los años 70 y con líneas futuristas. La evolución de la aerodinámica incluye un flamante alerón activo en la parte trasera, mientras que la versión Spider (descapotable) utiliza un techo rígido retráctil que se abre en 14 segundos a velocidades de hasta 45 km/h.
El modelo también posee la configuración opcional Assetto Fiorano, con una reducción de peso de unos 30 kg gracias al uso de materiales compuestos como la fibra de carbono y el titanio. ¿El objetivo? Optimizar al el rendimiento dinámico y aerodinámico.