El SUV de la firma alemana conservó el diseño general del prototipo, posee carácter deportivo y un sistema micro-híbrido con el que ahorra consumos y emisiones.

Tras la develación de los prototipos que lo anticiparon, Audi presentó en Europa el nuevo Q8, su totalmente nuevo SUV que será comercializado en ese continente a partir del tercer cuatrimestre de 2018.

El modelo se destaca por asociar la versatilidad con el estilo deportivo del exterior, donde tiene una zona delantera con generosa parrilla octogonal y ópticas que se amoldan a la misma. A eso se le suman las llantas de 22 pulgadas, la caída del techo y las luces traseras que abarcan todo el ancho del vehículo.

En cuanto a las dimensiones, el SUV posee 4,99 metros de largo, 1,99 de ancho, 1,70 de altura y casi 3 metros de distancia entre ambos ejes, mientras que el interior cuenta con pantallas a color, comandos táctiles y cinco plazas. Además, el baúl tiene hasta 1.755 litros.

Por su parte, el equipamiento incluye climatizador de cuatro zonas, control de crucero adaptativo, asistente de cruce, estacionamiento automático a distancia, asistente de cordón, alerta por cambio involuntario de carril, asistente de eficiencia, visión perimetral y luces HD Matrix LED.

Otra de las características sobresalientes del SUV es el sistema con la tecnología Mild-Hybrid (MHEV), asociado a todos los motores de la gama y que brinda una micro-hibridación para reducir los consumos y las emisiones.

La tecnología, que cuenta con un sistema eléctrico principal de 48 voltios, un generador-motor de arranque y una batería de iones de litio, permite circular en modo de marcha por inercia (el start-stop se activa a 22 km/h) y recuperar energía durante las frenadas.

La ficha técnica además incluye la opción de suspensión neumática adaptativa, con opciones, la tracción integral con diferencial central y la dirección también presente en las ruedas traseras.