La versión más potente del roadster biplaza lleva un motor V12 de 6 litros con dos turbos. Llega después del debut en Ginebra del "menor" SL 63 MG. Saldrá a la venta en Europa en septiembre. Al igual que el SLS AMG, la carrocería es íntegramente de aluminio.

Tal como se esperaba desde la presentación en Ginebra del SL 63 AMG de Mercedes-Benz, se confirmó también la renovación del hermano mayor de este roadster biplaza, sinónimo de lujo y deportividad llevados a la máxima expresión.

El nuevo SL 65 AMG que se incorpora al line up del fabricante de Stuttgart que saldrá a la venta en Europa a partir de septiembre, tiene como principal mejora respecto a su predecesor una reducción en el peso de 170 Kg. que le permite un 17% más de eficiencia, según asegura el constructor.

Con proporciones y una silueta casi idéntica al SL63, la principal diferencia es que el SL65 AMG lleva un motor V12 de 6,0 litros con dos turbocompresores que llevan la potencia máxima a 630 CV, y un impresionante torque de 1000 Nm. El SL 63 AMG tiene un motor V8 de 5,5 l. y 537 CV.

Las llantas de aleación son de 19″ con medidas: 255/35 en el eje delantero y 285/30 en el trasero

Ambos están asociados a la caja automática AMG Speedshift Plus de siete velocidades con cuatro programas que modifican el modo de respuesta: el C (Controlled Efficiency), S (Sport), S+ (Sport Plus) o M (Manual). Además, tiene función “Race Start” que entrega la máxima aceleración posible estando detenido.

Según informan desde la marca, acelera de 0 a 100 km/h en 4 segundos (dos décimas menos que el SL 63 AMG) y la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h.

Además de la mayor potencia en los impulsores, las versiones AMG del SL se distinguen por nuevos detalles de diseño en paragolpes, parrilla, alerón y faldones, así como elementos decorativos exclusivos en el interior.