El ejecutivo de dilatada carrera en la industria automotriz, que hace menos de un mes logró concretar el mayor hito de la historia de la marca en Argentina con la inauguración de una terminal de producción local, se desvinculó de la empresa japonesa.

Desde el jueves pasado, Leandro Risso dejó de ser el gerente general de Honda Motor Argentina, en una decisión fundada en razones absolutamente personales.

El ejecutivo, que integró la plana mayor de la empresa desde el mismo inicio de sus operaciones en Argentina, fue el principal gestor para la radicación de la planta fabril en Campana, con una inversión de más de u$s 250 millones

Honda Motor Co. se radicó en Argentina en el año 1978, dedicándose a la distribución de tres líneas de productos: Motocicletas, Cuatriciclos, Productos de Fuerza motriz y Automóviles. Después de la reapertura de las importaciones que se habían cerrado en la década de 1980, retomó la distribución de motos a través de una red de concesionarios exclusivos distribuidos en todo el país. En 1999 se constituyó Honda Automóviles de Argentina exclusivamente para la comercialización de Automóviles. Risso que siempre estuvo vinculado al sector desde su titularidad en el importador oficial Surauto, asumiría como gerente general. En 2002 se fusionan ambas sociedades bajo el nombre de Honda Motor de Argentina S.A. absorbiendo esta última, la totalidad de las actividades en Argentina, con Risso al frente.

Su último gran logro fue lograr la decisión de la casa matriz de construir una planta fabril de más de 68.000 m2 cubiertos para la producción del sedan compacto City, en complementación con la planta de Brasil.