Más de 350 empleados de Toyota fueron parte de “Pintando 1.000 paredes”, la última propuesta de voluntariado corporativo llevada a cabo por la compañía.
Un total de 40 escuelas, de las localidades de Zárate, Campana, Baradero, Escobar, Pilar y San Pedro, fueron acondicionadas para los más de 1.500 alumnos de esos establecimientos, quienes vieron los cambios luego del receso invernal.
Durante la última semana de julio se realizó una parada de mantenimiento de la Planta de Toyota en Zárate y la dotación se distribuyó entre las tareas propias de la parada, capacitación y vacaciones. Adicionalmente, un 20% de la dotación de operación se dedicó a los trabajos en escuelas. La actividad fue coordinada en conjunto por la empresa, la comisión de SMATA (sindicato que nuclea a los trabajadores de operación de Toyota Argentina) y las autoridades de las instituciones educativas intervinientes.
La fábrica de pinturas PPG donó 7.000 litros de pintura para el proyecto, la Municipalidad de Campana colaboró con la distribución de materiales y también ALBA proveyó pintura para dos escuelas de Escobar. Además, Toyota puso a disposición de sus empleados el equipamiento para las tareas de reparación y pintado.
“Fueron cinco días en que 360 empleados de Toyota pudimos realizar cambios concretos en respuesta a una necesidad evidente de las escuelas. La problemática de la educación pública es mucho más compleja que el deterioro de sus paredes, pero creemos que con este sencillo aporte nuestra comunidad educativa estará un poco mejor. Más allá del aporte a las escuelas, la experiencia de estas jornadas de trabajo fue muy positiva para el desarrollo de nuestros equipos de trabajo. La mayoría de los afectados a la actividad trabajaron con especial dedicación, organizándose en cada escuela y analizando las prioridades junto con los directivos”, comentó Daniel Padilla, Gerente de Recursos Humanos de Toyota Argentina.