Tener un coche es de por sí una ventaja logística muy importante, sobre todo para los que tienen una familia y necesitan moverse con solvencia y concreción con sus hijos. Pero, en general, poseer un vehículo que permita realizar desplazamientos a lugares más complicados de alcanzar en transporte público es hoy en día algo que está en la mente de todos.
En este contexto, poder adquirir coches km 0 es sin duda la primera opción para los que necesitan mejorar su movilidad, ya que se trata de vehículos prácticamente nuevos pero que llevan en el concesionario menos de dos años. En este caso, la principal ventaja reside, sin duda, en el hecho que el precio es inferior respecto a un coche totalmente nuevo que acaba de salir de la fábrica. En contra, en cambio, existe la posibilidad de que el mismo vehículo haya sido utilizado para algún que otro recorrido inicial, algo que sin embargo no puede exceder los 25000 km, dependiendo de cada marca.
Los beneficios de tener un coche propio son múltiples: desde la independencia para cualquier tipo de desplazamiento a la rapidez de los movimientos, sobre todo en las ciudades modernas, que están construidas para poder recibir un tráfico importante. Todos los aficionados de los coches, de hecho, tienen como objetivo principal el de facilitarse la vida a nivel logístico, y por esta razón no escatiman en recursos para poder conseguir algún que otro automóvil de primera mano para poder sentirse los dueños absolutos de este vehículo y, de paso, sentirlo más propio.
La elección de un coche es un momento importante tanto para alguien que vive y se desplaza solo, entonces principalmente por trabajo, como para los miembros de una familia que necesitan que el vehículo cumpla con una serie de requisitos básicos, sobre todo a nivel de espacio y de comodidad.
Hay gente, sin embargo, que prefiere no gastar demasiado dinero en adquirir un medio de transporte nuevo y se decanta más por los coches de ocasión, que ya han sido rodados y se suelen vender con todos sus complementos arreglados y listos para el uso. Esta opción se puso muy de moda en los años ‘90 y 2000, cuando algunas familias de la clase media empezaron a conocer una mejor situación económica, pero no quisieron arriesgarse en una compra demasiado vinculante a largo plazo. De hecho, si bien hoy en día comprar un coche nuevo o a 0 km es muy sencillo gracias a la posibilidad de pagar en plazos, existe esta misma posibilidad por lo que concierne a los coches de segunda mano, también conocidos como seminuevos. Todo depende, de hecho, de la política de cada concesionario y de cada punto de venta especializado.
Lo que queda claro, sin embargo, es que lo único que diferencia las dos modalidades de coches es la antigüedad del producto. Todo depende, entonces, del precio que cada uno esté dispuesto a desembolsar para poder mejorar su calidad de vida a través de la adquisición de un coche, un elemento casi imprescindible hoy en día.