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jueves , 25 de Abril de 2024
La ciudad de Mendoza volvió a ser escenario de un lanzamiento regional de un vehículo de fabricación nacional. Esta vez fue Ford, que presentó en la tierra del sol y el buen vino el Nuevo Focus, la segunda plataforma global producida en la planta de Pacheco, y que muestra la evolución del Kinetic Design, además de novedosas tecnologías.
Ford invirtió U$S 200 millones para fabricar en Argentina esta tercera generación del Focus, desde donde abastecerá al mercado local y a los países del Mercosur. En nuestro país estará disponible a partir del 13 de octubre en dos siluetas, hatch y sedán, en cuatro niveles de equipamiento (S, SE, SE Plus y Titanium), que con las combinaciones de las dos transmisiones disponibles, totalizan 12 versiones distintas, cuyos detalles y precios podés ver acá.
En Mendoza, manejamos la versión Titanium del Focus hatch con el motor 2.0L Duratec GDi de 170 CV y transmisión Powershift secuencial de 6 velocidades. Te contamos.
Con el sello del Kinetic Design el nuevo Focus se caracteriza por un frontal con una parrilla con forma trapezoidal dividida en tres partes, con faros más estilizados que incorporan una tira de LEDs y una elevada línea de cintura. Además, el óvalo ahora es más grande. Atrás, encontramos faros envolventes con forma de alas y un alerón en el mismo color de la carrocería.
Puertas dentro, el Kinetic Design también se hace presente en un interior muy confortable y tecnológico, con tapizados en cuero y materiales blandos al tacto, salvo por el revestimiento superior de las puertas que viene en un plástico duro que desentona con el resto de los materiales.
La posición de manejo está muy bien gracias a que el volante se regula en altura y profundidad, y a los ajustes eléctricos de la butaca del conductor (exclusivo de la versión Titanium) que facilitan la tarea. Las plazas traseras no son las más espaciosas del segmento, pero adultos de talla media podrán viajar confortablemente sin mayores inconvenientes.
Como te contábamos el interior del nuevo Focus es muy tecnológico y no solo en cuanto a look sino también por la diversidades de equipamientos “high tech” como el sistema Sync potenciado con MyFord Touch, la enorme pantalla de 8 pulgadas ubicada en la consola central que integra múltiples funciones de conectividad, entretenimiento, navegación y climatización.
Esta interfaz, trabaja en conjunto con el sistema de control por voz, que incorpora un comando muy llamativo como “tengo hambre” que nos muestra en pantalla los restaurantes más cercanos o permite buscar de manera ágil un determinado lugar para ir a comer.
Otro de los destacados del nuevo Focus es sin dudas el sistema de estacionamiento asistido, que estaciona el auto sin siquiera tocar el volante. A él se le suma los sensores de estacionamiento delanteros y traseros y la cámara de video trasera, todos elementos que facilitan esta molesta tarea de manera notable.
En el tablero de instrumentos encontramos otra gran pantalla color de 5″ con las completas funciones de la computadora de abordo. Otros elementos que no podemos dejar de mencionar son el sistema de audio Hi-Fi de Sony, los sensores de lluvia, el climatizador automático de doble zona, la apertura, cierre y arranque sin llave con el botón “Ford Power”.
En cuanto a la seguridad tiene todo lo que se puede esperar de un vehículo de esta categoría con 6 airbags (aunque tal vez le podríamos pedir un séptimo para la rodilla del conductor como tiene el Fiesta), ABS con distribución electrónica de la fuerza de frenado, control de estabilidad, de tracción, asistencia de frenado de emergencia, de arranque en pendiente, control de velocidad crucero, limitador de velocidad y sistema detector de baja presión en neumáticos.
La versión probada estaba equipada con el motor de 2.0L Duratec GDi con inyección directa de 170 caballos y 202 Nm a 4.450 rpm (el otro motor es un 1.6L de 115 CV) con el sistema Ti-VCT de apertura variable de válvulas dual que permite retrasar o adelantar la apertura y cierre de las válvulas de admisión y escape, de manera de mejorar el consumo de combustible y la respuesta del motor.
La transmisión que probamos es la Powershift secuencial de 6 velocidades, que es una caja manual automatizada que está equipada con dos embragues que hacen que el paso de los cambios sea realmente rápido. Tiene un sistema EcoMode que permite optimizar el consumo de combustible y un modo “Sport” que estira el pasaje de los cambios hasta las 7.000 vueltas. Recomendamos enfáticamente esta caja Powershift en lugar de la manual de 5 velocidades, a pesar de que cueste alga más de $10.000 adicionales. Bien los vale.
Una de las características novedosas del nuevo Focus es el sistema de control de torque en curvas, que ajusta la velocidad de cada rueda delantera con la finalidad de mejorar la agilidad al doblar y reducir el subviraje. Es para resaltar también la dirección asistida eléctricamente y el sistema de suspensión trasera independiente multi-link, que es un verdadero placer en cualquier tipo de terreno como los que transitamos en Mendoza.
Esta mecánica hace del nuevo Focus un auto muy divertido para manejar y como bien afirma la marca produce una sensación de manejo adictiva. Luego de este primer contacto, que nos dejó con ganas de más, podemos adelantar que el nuevo modelo del óvalo tiene muchos elementos para volver a convertirse en referente del segmento. No por nada, es el auto más vendido del mundo.
Textos y fotos: Ezequiel Herraiz
