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PRUEBAS

09/09/2011

Prueba: Chevrolet Celta 1.4 L 5 puertas – Objetivo cumplido

La marca del moño renovó su hatchback de entrada al mercado y también estrenó nombre: Chevrolet Celta. En esta impresión de manejo te contamos todo lo que necesitás saber.

Prueba: Chevrolet Celta 1.4 L 5 puertas – Objetivo cumplido

La llegada del Chrevrolet Celta al mercado argentino se debió por un lado, a que la marca no realizó el facelift de la versión de dos volúmenes del Classic -algo que nos llamó la atención en su momento-, mientras que sí lo recibieron el sedán y el familiar (SW) y por el otro, a la separación de Suzuki del grupo GM.

Entonces, sobre la base del Suzuki Fun y procedente de Brasil -donde hace varios años ya se comercializa- el Celta llegó para ocupar el lugar del hatchback más popular de Chevrolet con el objetivo de conquistar al público más joven que busca su primer 0 Km.

La versión probada consta de una carrocería cinco puertas, con el nivel de equipamiento LT (ver en la sección del interior y en las fichas), que incluye dirección hidráulica y está propulsada por un motor naftero 1.4 L -8 válvulas, 92 CV- hermanado a una caja de 5 velocidades manual.

¿Su precio? Válido desde el 4 de septiembre: $ 53.600 pesos -bonificado-.

Su estructura, de larga data -año 1993-, gracias a su importante maquillaje le permite lucir mucho más moderno de lo que es. Su estética, sin lugar a dudas, es muy similar al Suzuki Fun que conocimos en Argentina y en este caso cuenta con el facelift realizado al Celta en febrero 2011 en Brasil, donde se lo produce.

Con renovados paragolpes, la parrilla respeta los lineamientos de diseño de la marca, con el moño dorado coronando la barra central de la misma. Además, cuenta con nuevos faros traseros con máscara negra y espejos y manijas color carrocería. Vale mencionar que la versión LT no cuenta con llantas de aleación de serie, ya que se ofrecen como opcionales.

Interior

Respecto del Classic, el interior es el punto más alto de la mejora, donde los plásticos son “amigables” al tacto y las terminaciones, aunque sencillas, más que aceptables. Los comandos están bien ubicados y resultan funcionales. El tablero de instrumentos -más completo que algunos competidores de segmentos superiores-, refleja todos los datos necesarios, que tanto de día como de noche son perfectamente legibles gracias a su iluminación azul que se destaca de manera excelente en el fondo negro. Por su parte, la tela de los tapizados es buena, sobresaliento los apliques textiles sobre el panel de las puertas.

La versión LT se ofrece con un pack eléctrico interesante donde se destaca el sistema de audio muy completa, con una radio AM/FM con MP3, Bluetooth, entrada USB y auxiliar. Además, suma levantacristales eléctricos delanteros one-touch y antipinsamiento para ambas puertas, cierre centralizado, luneta térmica, limpia-lava luneta y alarma sonora de luces encendidas. Un detalle, no tan común en esta gama de autos, es que al cerrar las puertas, uno de los vidrios delanteros baja unos milímetros impidiendo que así se “embolse” el aire.

La posición de manejo, sin lugar a dudas, no es lo mejor del vehículo -en especial para quienes miden más de 1.85 m- debido a la ausencia de regulación de altura del asiento, volante y apoyacabezas. El lugar del acompañante es cómodo, aunque no sucede lo mismo para los que ocupen las plazas traseras, especialmente si son tres, y si los que viajan en las delanteras son muy altos.

Seguridad

Sin dudas aquí se encuentra el punto más bajo del vehículo ya que en ninguna de sus versiones, ni como opcional, se ofrece el ABS, ni airbags frontales, sistemas que por ley sí o sí, a partir de 2014, deberán ofrecerse de serie. Sólo cuenta con barras laterales de protección, cuatro apoyacabezas -los delanteros sin regulación-, cinco cinturones de seguridad retráctiles -el central trasero abdominal- y tercera luz de stop.

Ficha técnica y equipamiento

Dinámica

Con un motor más que probado, resulta ágil a la hora de acelerar ayudado por un chasis liviano y una caja bien relacionada pensada para un uso urbano. A la hora de circular en ruta esa agilidad se pierde cuando se debemos encarar un sobrepaso, aunque resulta aceptable. La insonorización del motor fue mejorada notablemente y recién al superar las 4.500 rpm se sienten algunas molestias, pero como a las 4.000 rpm en 5ª se llega a 130 km/h, ésto no debería representar un inconveniente para los tramos largos.

Vale destacar que circulando a 130 km/h, el GPS nos indicaba 124,9 km/h; a 80 km/h el display nos mostró 76,9 km/h y finalmente, a 100 km la pantalla indicaba 96 km/h, lo cual nos da un error del velocímetro de alrededor del 4%, un valor muy bueno.

A la hora de encarar una curva a velocidad pudimos notar una excesiva inclinación de la carrocería, lo cual nos permite aseverar que deberían mejorarse ciertos ajustes de la suspensión. Por el contrario, en la ciudad esta última trabaja bien y gracias al despeje se puede circular por las calles porteñas de manera bastante confortable y la parte inferior no golpea en ningún lado. Eso sí, al circular por el empedrado el concierto de chirridos de los plásticos fue importante, en especial la bandeja trasera, por supuesto también de plástico.

Conclusión

Con un motor confiable, una estética renovada -en especial en su interior- y con todas las funcionalidades necesarias y pedidas por el público para el cual fue concebido, el Chevrolet Celta cumple con su objetivo. Además, su relación precio/producto muy buena y bajo costo de mantenimiento lo posicionan como un auto ideal para la gente joven que busca su primer 0 km.

 

Textos: Andrés Costa

Fotos: Mariela Romeo





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