Está basado en el modelo familiar (Estate) de la Clase E y posee novedades como la estética exterior y el mayor despeje, que se combina con la tracción integral y un motor diésel con 194 CV.

La nueva generación de la Clase E de Mercedes-Benz le dio la bienvenida a la flamante versión All-Terrain, que saca a relucir el lado más off road de la variante familiar, es decir la Estate.

El modelo se diferencia del resto de la gama por varios aspectos, entre ellos el estético, rubro en el que se caracteriza por la presencia de paragolpes exclusivos con plásticos negros y otros con color símil metal.

El All-Terrain además cuenta con otros detalles como los fenders de plástico para los guardabarros, la parrilla metálica, los zócalos y las llantas de aleación exclusivas, ítems que le brindan un look cercano al off road.

Pero las novedades de este familiar no son sólo estéticas, ya que también ofrece una suspensión elevada con un despeje que varía entre 121 y 156 milímetros gracias a la presencia del sistema de amortiguación neumática.

Además, el sistema Dynamic Select agrega la función All Terrain, que cambia los parámetros del control de estabilidad, eleva 20 mm la suspensión a velocidades de hasta 35 km/h y ofrece datos como el ángulo de la pendiente.

El mayor despeje de la carrocería respecto del resto de la gama está acompañado por la tracción integral 4Matic, lo que le permite ganar aptitudes en caminos en mal estado, la clave del nuevo modelo.

Por su parte, el motor es un nuevo turbodiésel con cuatro cilindros que da vida a la variante E 220 4Matic d. Tiene una potencia de 194 CV y un torque de 400 Nm. Junto a la caja caja automática 9G-Tronic con nueve velocidades, le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 8 segundos y llegar a los 232 km/h.