Renault presentó en el Salón de Pekín un nuevo sedán del segmento grande desarrollado específicamente para China. El Talisman encarna el concepto de “lujo casual” que buscan los consumidores de alto poder adquisitivo en ese país, interesados en autos grandes, de alto valor y detalles de lujo que se adapten al uso en su vida cotidiana.
Este es un segmento muy apetecible para las marcas globales, ya que el tamaño del mercado chino (actualmente el mayor del mundo) les permite una gran escala a productos del tope de gama, con alto valor agregado.
Las ventas de la marca francesa en China aumentaron 60% en 2011 comparado con 2010, y prácticamente se cuadruplicaron desde 2009, en gran parte gracias al éxito del SUV compacto Koleos, que recibió 8 premios y vendió más de 24.000 unidades en ese país sólo el año pasado. Pero además, el crecimiento de Renault fue acompañado por una fuerte ampliación de su oferta, con la introducción del Scénic, la nueva generación del Laguna, el Latitude, Fluence y Megane Coupé Cabriolet.

El Talisman se fabrica en Corea del Sur bajo la alianza de Renault con Samsung Motors y comenzará a exportarse a China a partir de junio de este año, con un precio de alrededor de 38.000 euros. Con este nuevo tope de gama -por encima del Latitude- la marca del rombo apunta a dinamizar aún más su penetración en China, junto a la expansión de su red de distribución, que pasará de 80 concesionarios a 170 en 2014.
Sus cartas fuertes son un diseño elegante y un interior de la más alta calidad, apuntando a la demanda de jóvenes empresarios que buscan destacarse con un auto para el uso “profesional”, en sus empresas y negocios, que a la vez se adapte al uso que le dan en sus actividades personales.
“El lanzamiento del Talisman como nave insignia de Renault en China remarca la importancia que tiene para nosotros este mercado y la confianza en su crecimiento”, expresó el CEO de Renault, Carlos Ghosn.