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NOVEDADES

18/09/2015

Renault Mégane: las claves de la cuarta generación

La nueva edición del hatchback fue estrenada en suelo europeo con importantes cambios en diseño tanto exterior como interior, además de contar con novedades mecánicas y de equipamiento.

Renault Mégane: las claves de la cuarta generación

Junto con el Talisman, el Renault Mégane es la gran apuesta de la marca francesa para el mercado europea. El debut de ambos modelos tuvo lugar esta semana en el Salón de Frankfurt, en Alemania.

Por ahora no anunciado para Argentina, el hatchback cumplio 20 años y estrenó su cuarta generación, la cual es presentada con una importante evolución. Uno de los nuevos puntos es la utilización de la plataforma modular denominada Common Module Family (CMF).

Otra de sus novedades es el cambio estético tanto exterior como interior. En el primero de los casos, sumó el nuevo frontal que identifica a la marca del Rombo en todo el mundo, incluyendo parrilla que se une con las luces, y en combinación con una parte trasera en la que las ópticas verticales toman el protagonismo principal.

También hay cambios significativos en el tamaño, ya que posee un largo de 4.359 mm, 64 más que el Mégane anterior, además de una altura de 1.447 mm, con 25 menos. A eso se suma una distancia entre ejes de 28 mm mayor, con una cifra de 2669 mm.

Esto le permitió ganar espacio en el interior, donde hay 20 mm más para las rodillas de los pasajeros traseros, junto con 434 litros de capacidad de baúl. En cuanto al diseño, dejó atrás todo lo conocido para incorporar un estilo atractivo que se luce con el tablero con cuentavuletas central y con una pantalla vertical de 8,7 pulgadas para la consola central.

Todas con turbo, las motorizaciones diésel son las Energy dCi con 90, 110, 130 y 165 caballos, y las nafteras las Energy TCe con 100, 130 y 205 CV. Hay una caja manual con seis cambios y las EDC con doble embrague y opciones de seis o siete marchas.

Renault también anticipa que en el año 2017 la gama tendrá la versión Hybrid Assist, la cual está compuesta por un motor eléctrico y otro diésel, con los que tendrá un consumo inferior a los 3 litros cada 100 km y emitirá 76 gramos de CO2 por kilómetro.

Por su parte, la versión deportiva GT cuenta con estética propia, ajustes propios en suspensión, frenos y ESP, botón RS para cambiar la respuesta del auto y dirección en las cuatro ruedas. Además, posee los motores de 165 y 205 CV.

Evolucionado, el equipamiento general posee asistencia de frenada de emergencia, control de velocidad crucero adaptativo, Head Up Display, iluminación delantera full LED, audio Bose, aviso de cambio involuntario de carril, alerta de distancia de seguridad, estacionamiento asistido, luces altas automáticas e identificación de señales de tránsito (con aviso de velocidad excedida). A eso se suma el Multi-Sense, que ofrece diferentes modos de manejo desde una tecla.





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