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PRUEBAS

13/01/2012

Prueba: Toyota SW4 2012

La nueva SW4 2012 potencia los atributos requeridos por los usuarios del segmento y desde su lanzamiento en 2005, Toyota logró preservar y mejorar los genes originales en todas las posteriores generaciones de este poderoso utilitario deportivo.

Prueba: Toyota SW4 2012

Desde su aparición en 2005 y hasta noviembre de 2011, cuando fue lanzada esta última generación, la SW4 fabricada en la planta de Toyota en Zárate llevaba vendidas 12.500 unidades en Argentina y medio millón a nivel global, posicionándola en el podio liderando el renglón del segmento de los SUVs de origen regional.

Respecto de su anterior generación, presentada en 2009, no se observan grandes cambios estéticos. En el plano frontal se destacan las nervaduras del capot extendidas hasta la grilla, ahora con forma de trapecio invertido atravesada por tres barras horizontales en lugar de dos, con el logo de Toyota coronando la superior. La toma de aire sobre el capot ahora se ha centrado e incrementado su área, mientras que la inferior enmarca abajo al paragolpes con mínimas modificaciones. Los faros antiniebla se repiten, no así el deflector de entrada de aire bajo piso con función aerodinámica; dibujados hacia arriba e ingresando en los laterales, los faros principales, ahora de Xenon con lavafaros, cuentan con regulación en altura automática y los indicadores de giro, sobresalen en los extremos.

En los laterales, además de la invasión de faros, se destacan los retrovisores, de igual color que la carrocería, con luz de giro incorporada, las llantas, ahora de cinco rayos dobles y los estribos de aluminio con banda antideslizante, demasiado angostos para nuestro gusto.

En el plano posterior los cambios son mínimos, con el grupo óptico de cubierta translúcida que permite observar los contornos circulares. El portón presenta una pequeña diferencia en el porta patente y en el empalme con el paragolpes se observa el cambio en el perfil de fuga de aire bajo piso, manteniendo los reflectores, ahora rectangulares, e incorpora la cámara de estacionamiento en la versión TOP.

Interior

Ya sea como 5 ó 7 plazas -cuenta con dos asientos plegables atrás-, el espacio habitable es generoso y se han incrementado los portaobjetos. Los tapizados de la unidad probada son de cuero, los apliques de buenos materiales, correctos empalmes en todo el interior y muy buena la combinación lograda entre los colores oscuros y losclaros elegidos.

En la plancha principal y el tablero de instrumentos casi no hay modificaciones, salvo algún contorno cromado, destacándose ahora la pantalla multifunción táctil. Esta última, de generosa superficie, informa todo lo necesario acerca del completo sistema de audio, Bluetooth de última generación con posibilidad de controlar iPod y iPhone, sirviendo además para proyectar las imágenes registradas por la cámara que se activa al conectar el retroceso.

El volante, tapizado en cuero, cuenta en el barral con los comandos destinados al funcionamiento del sistema de audio y de telefonía. Sin necesidad de apartar las manos del mismo también se pueden accionar los faros, el limpia lava parabrisas y el preciso control de velocidad crucero.

El climatizador frontal no es dual, pero ahora incorpora el individual para las plazas traseras. La posición de conducción es algo alta y si bien la regulación de la butaca eléctrica permite mejorarla, la cota de profundidad de la pedalera y la falta de regulación de alcance del volante, dificultan lograr la óptima. La visibilidad es buena en todos los planos francos, no así en el ciego de cruce, debido a la interferencia del tamaño y la posición del retrovisor.

La dirección está asistida más en función de la sensibilidad que del confort, el radio de giro es bueno y por las dimensiones de la SW4, damos la bienvenida a la cámara que se acciona durante la maniobra de retroceso, aunque llama la atención que no haya sido complementada con sensores de aproximación.

Sabido es que cuando se trata de vehículos con capacidad para 7 pasajeros, esta ventaja penaliza el espacio destinado el equipaje, que por supuesto, se libera al plegar la 3ª fila de asientos. De todas maneras, a la hora de encarar ese tan esperado viaje en familia, lo más práctico es enviar antes de la partida todas las valijas, bicicletas, mesas, mesitas, sillas, sillitas, etc., etc., por transporte. Una vez arribados, se deja a la tropa en el destino final para que se acomode y se procede a retirar todos los bártulos que harán felices a cada uno de los miembros del grupo, mascota o suegra incluídos.

Seguridad

Sobresale el completo equipamiento de seguridad. Los siete cinturones son inerciales de tres puntos a excepción del central de la segunda fila con dos; por su parte, los delanteros están provistos con pretensionadores. Suma la dotación un sensor de nivel de carrocería, que en caso de vuelco activa primero, los pretensores y si es necesario, de acuerdo a la energía de impacto los airbags.

En función de la seguridad activa incorpora el control de estabilidad (VSC) que se vale del control de tracción (TRC) y del distribuidor electrónico de intensidad de frenado (EBD) para mantener la trayectoria indicada por la posición de volante, asistiendo a la gestión del conductor cuando se desafían los límites de adherencia.

En la acción de frenado, además del ABS, cuenta con asistencia de intensidad (BA) frente a la emergencia de un Pan Stop. El sistema mecánicamente tiene discos adelante y tambor atrás, repitiendo lo presente en la pick up Hilux. Esto último, si bien es mejorable, queda disimulado por el equipamiento y la tecnología, conjunto que se corresponde con un vehículo de estas características, con centro de gravedad alto y prácticamente dos toneladas de peso, sin olvidar cuánto aporta a la seguridad de marcha la tracción integral permanente.

Performance

En el circuito urbano, su tamaño genera respeto, y si bien no es su hábitat vale, aunque los valores elásticos elegidos para la suspensión, el rodado 265/65 17 ponen al límite el confort de marcha frente a desniveles en el asfalto o el adoquinado. Esto se minimiza un tanto en la ruta, cuando el asfalto está en buenas condiciones, pero si es irregular, el notable peso no suspendido que comprende el eje rígido trasero con llantas de 17″ y neumáticos grandes transforman a las butacas en casi masajeadores. Se puede viajar -pero no se debe- a velocidades crucero ligeramente superiores a las legales, con buena estabilidad y seguridad de marcha.

La velocidad de punta esta muy próxima a 180 km/h, pero en esa exigencia el vehículo manda y no quien lo conduce, una razón más para abstenerse.

En el ensayo, tiempo y distancia de frenado fueron correctos, sin observar fatiga en la reiteración de la prueba.

Ficha técnica y equipamiento

Motor

La arquitectura del motor se mantiene respecto de su antecesor: 3.0 litros, 4 cilindros, 96×103 mm de diámetro por carrera, common rail, turbo e intercooler, sobrealimentador con geometría variable, casi 35 kgm de torque entre 1.400 y 3.600 rpm, ahora con 171 CV de potencia. Con esta energía disponible, tracción 4×4, bloqueo, si es necesario, del diferencial central, reductora (baja) y control de tracción, cuando se conduce transmite la sensación de poder arrastrar cualquier carga y superar cualquier dificultad de camino o sendero que enfrentemos. Si bien no llegamos al off road extremo, abordamos medianas exigencias donde se valoró el manillar del parante A y nos permitió imaginar hasta dónde puede llegar la SW4 conducida por especialistas.

A diferencia del motor anterior, además de los 8 CV y los 200 rpm en el torque máximo ganados, el rediseño de los escapes, correcciones en la electrónica de inyección e inyectores le permiten cumplir con las normas Euro IV; por lo tanto es necesario alimentarlo con gasoil de menos 50 ppm de contenido de azufre. En litros, el consumo evaluado califica de económico, no tanto de bolsillo, con el agravante que durante la prueba nos costó conseguir gasoil Premium.

Abajo: Línea de montaje en la planta de Toyota en Zárate, durante el montaje del grupo motor.

Conclusiones

La versatilidad de la Hilux SW4 se potencia en esta generación recientemente lanzada; es un auténtico producto Toyota. Si bien puede que sacrifique algún confort de marcha en el uso urbano y viajando muchos kilómetros, si quiere un vehículo para recorrer el país, encarar aventuras sin limitaciones con toda la familia, aunque numerosa, que incluyan cualquier tipo de terreno, ya sea ripio, arena o barro, senderos de montaña, trepadas, etc. etc. etc., si ya es usuario seguramente seguirá eligiendo este modelo, y si no lo es, la versión 2012 de este producto argentino, seguramente cubrirá sus expectativas.

 

Textos: Alberto Juárez

Fotos: Mariela Romeo / Prensa





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