logo

PRUEBAS

03/12/2010

Prueba Chevrolet Cruze

Presente en alrededor de 80 países y con ventas que se acercan a las 500.000 unidades, el Cruze es una herramienta válida para la recuperación de la marca

Prueba Chevrolet Cruze

Luego de haber probado diferentes modelos fabricados por Chevrolet en el Mercosur -“exclusivos” de la Región-, cuando testeamos el Cruze nos vino a la memoria el Vectra 2.0 CD de hace 15 años, suceso entre los medianos de esos tiempos. Parece que la historia se repite, por el crecimiento de este segmento y lo competitivo que se ha tornado dada la fuerte presencia de todas las marcas, algunas con modelos instalados, otras con vehículos de reciente lanzamiento como el Renault Fluenze y el Peugeot 408, ambos de fabricación nacional.

El paladín de General Motors nació y se fabrica en Corea y aunque penalizado con el impuesto extrazona, en su lanzamiento se ofrece a un precio competitivo en relación a su calidad y equipamiento.

Comparte la plataforma Delta II con el Chevrolet Volt y el Opel Astra, de singular éxito en Europa. Gestado y desarrollado como producto global, en su diseño participaron los cinco centros de General Motors en el mundo, siendo la apuesta fuerte de esta emblemática automotriz fundada por los hermanos Chevrolet y es uno de los pilares fundamentales para la recuperación económica de una empresa complicada al extremo a comienzos de este siglo.

El mismo Sergio Rocha, presidente y director ejecutivo de General Motors Argentina, Uruguay y Paraguay nos comentó en oportunidad de su lanzamiento, que el control del presupuesto de este proyecto fue tal, que hasta se redujo el catering de los Departamentos de Diseño y además, algunos de los ingenieros responsables debieron pernoctar en las oficinas para cumplimentar el proyecto en tiempo y forma.

La mayor identidad Chevrolet se observa en el plano frontal, especialmente en la doble parrilla con la de menor área inserta en el capot y el gran moño sostenido en el barral que las divide. Este sector emana cierto aire de auto norteamericano. Los múltiples quiebres en diferentes partes de la carrocería, la predominante área metálica, la línea curva del techo con acentuada caída y el corto baúl, le otorgan cierto aire deportivo al plano lateral.

En el tercer cuerpo, los grandes faros y el emblema de la marca reducen el parecido con autos de origen teutón con identidad de tres letras.

Interior

Muy buena resolución ergonómica en todas las butacas, especialmente las delanteras, ambas con correcta contención lateral; la del conductor posee todas las regulaciones, que sumadas a las de altura y alcance del volante y a la correcta profundidad de la pedalera, permiten lograr una óptima posición de manejo para cualquier contextura física. El asiento posterior tiene cinco plazas normales en lo ancho con respaldo rebatible 40:60, ligeramente acotado en altura por la caída del techo.

El habitáculo cuenta con una decoración adecuada, buenos materiales, terminaciones y empalmes. Los tonos de color han sido bien combinados y los apliques metálicos cromados y de aluminio pulido se encuentran bien distribuidos, coincidiendo con su condición de vehículo importado.

El tablero aunque simple, ofrece completa información y sus amplios medidores analógicos son de fácil lectura; el velocímetro apenas corrido en + en 1º, 2º y 3º marchas a 50, 100 y 150 km/h respectivamente. El display del ordenador de a bordo, con doble programa, se ubica en el centro de la plancha, por encima de los mandos del sistema de audio.

Ambas versiones LT y LTZ -unidad probada-, tienen un completo equipamiento de confort. En la última se destaca el techo translúcido y el tapizado de cuero ecológico, denominación discutida pues en definitiva se trata de una tela vinílica con caucho. El climatizador automático es eficiente y gracias a la amplitud térmica de los días del ensayo pudimos verificar su rendimiento, tanto en el modo de calefacción y como de enfriamiento. La cabina está bien insonorizada, lo cual permite aprovechar la fidelidad del completo equipo de audio, aunque el alcance de las estaciones AM no resultó lo esperado.

Seguridad

En seguridad se posiciona entre los líderes del segmento, especialmente en la versión LTZ probada. La lista es extensa: seis airbags, controles de estabilidad y tracción, ABS con distribución electrónica de frenado, sensor de lluvia, etc., entre otros.

Mantuvo la línea en la exigencia extrema de frenado, con un pedal que resultó ligeramente “esponjoso” y si bien los registros de tiempo y distancia estuvieron dentro de lo normal, por la tecnología del sistema imaginábamos serían mejores.

Comportamiento

Los valores elásticos optados para la suspensión resultan del compromiso entre asegurar el confort en pisos irregulares y buena estabilidad al momento de trasladar pesos en cambios de dirección, resultando en el límite lo primero y sin objeción cuando se prueba el slalom

Aproximado a las 3.000 rpm el poder de reacción es correcto, la asistencia de dirección permite buena sensibilidad en la maniobra y con 5.7 m de radio de giro es ágil en el tránsito urbano. Estable como el mejor mediano en ruta y autopista, con mínima tendencia a sacar la trompa en lo trabado, corregible reduciendo apenas la presión en el acelerador.

Performance

Monta un impulsor Opel 1.8 L con 140 CV a 6.200 rpm y casi 18 kgm de torque a 3.800 rpm. De carácter tranquilo, progresivo en la aparición de la potencia como consecuencia de la distribución variable, rinde bien pero sin duda podría aprovecharse más si la caja en lugar de 5 tuviera 6 relaciones de marcha.

Acelerando desde 0 sin ASR midió 10s6 para alcanzar los 100 km/h, debiéndose conectar para ello la 3ª marcha. Fueron 17s12 en el ¼ de milla donde llega a 133.4 km/h, hasta el kilómetro tardó 31s75 y alcanzó los 151.8 km/h.

Sin sobremarcha, la velocidad máxima se logra en 5ª -197.6 km/h. a 5.600 rpm- y en cuanto al consumo, resultó económico, aunque en la 6ª relación seguramente tendría un mejor rendimiento. Necesitó poco más de 10 litros para recorrer 100 km en ciudad y unos centímetros cúbicos menos a 140 km/h para esa misma distancia avalan esta calificación.

Un modelo en el renglón de los medianos con presencia simultánea en ochenta países es algo a lo que Chevrolet no nos tiene acostumbrados. El Cruze difícilmente gravite en el volumen de ventas, pero es de imaginar que fortalecerá la rica historia de la marca en Argentina.

Ficha técnica y equipamiento

Textos: Alberto Juárez

Fotos: Hernando Calaza





COMENTARIOS