El ministro de Desarrollo brasileño, Fernando Pimentel, viajará mañana a México para continuar con las negociaciones para modificar acuerdo de intercambio automotriz entre ambos países, y especialmente insistir con la idea de establecer un sistema de cupos de hasta u$s 1.400 millones de dólares por año.
La propuesta, que el viernes había sido rechazada por el gobierno mexicano, apunta a limitar la avalancha de importaciones de autos fabricados en México, y corre a la par de la exigencia para que aumenten el porcentaje de integración de piezas locales.
Brasil quiere modificar el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) 55 suscrito entre ambos países en 2003, para reducir el profundo desequilibrio en la balanza comercial que les está generando, que el año pasado se ubicó en torno a los 1.700 millones de dólares.
El viaje de Pimentel responde a una exigencia de negociar “cara a cara” y no por correspondencia, que le habría trasladado su par mexicano Bruno Ferrari, en la última charla telefónica que mantuvieron el viernes pasado.
Tal como están ahora, las negociaciones parecen estancadas, pero una fuente del gobierno mexicano afirmó a Reuters que las modificaciones podrían ser consideradas, siempre que para fijar los cupos se tengan en cuenta las exportaciones del año pasado, más un porcentaje de incremento.