Nissan lanzó la nueva generación del Kicks en Brasil, donde el SUV del segmento B es producido para la región, incluyendo el mercado argentino, donde llegará en el segundo semestre del año (noviembre) para convivir con el Kicks Play, la generación anterior del modelo.
En el diseño exterior, la evolución contiene una zona delantera con la integración de la parrilla con las luces LED. También se destaca la forma de los parantes traseros, el sector posterior y las llantas de aleación de 17 o 19 pulgadas. Las dimensiones incluyen los 4.365 mm de largo y 2.655 mm de distancia entre ejes.
Interiormente sobresale el nuevo diseño general, incluyendo una doble pantalla con 7 pulgadas cada una en las versiones Sense y Advance, y 12,3 pulgadas en las Exclusive y Platinum. A eso se suma el techo corredizo panorámico, el espacio “excelente” en las plazas traseras y el baúl con 470 litros (la marca anunció que es la mayor capacidad del segmento).
El equipamiento además tiene altavoces en los apoyacabezas delanteros, seis airbags, advertencia de colisión frontal, control crucero adaptativo, alerta de tránsito cruzado trasero, advertencia y asistencia de salida del carril, luces inteligentes, visión de 360°, monitoreo de punto ciego, frenado autónomo (delantero y trasero) con detección de peatones y conducción semiautónoma (ProPilot).
Desarrollado con la plataforma CMF-B High Spec, el Kicks posee una estructura reforzada y un conjunto mecánica similar al del Renault Kardian, incluyendo el motor naftero 1.0 turbo con tres cilindros, inyección directa, 120 CV (125 CV con etanol) y 200 o 220 Nm respectivamente.
El propulsor trabaja conjuntamente con la caja automática con sistema de doble embrague, seis velocidades y selector a través de botones. La tracción siempre está presente en las ruedas delanteras, al igual que la generación anterior.