En el tercer mes del año, la venta de autos usados también cae, aunque no lo hace de manera tan pronunciada como en el caso de los 0km. Las transferencias alcanzaron los 121.829 unidades, una caída del 14,75% con respecto a igual mes de 2013 en el que se habían transferido 142.916 vehículos.
Las transferencias acumuladas en el período enero-marzo treparon hasta las 423.642 unidades, lo que muestra una suba del 0,77% comparado con igual período de 2013, con 420.414 vehículos.
Si comparamos marzo contra febrero (136.622 unidades) la baja llega al 10,38%.
Para Alberto Príncipe, presidente de la Cámara del Comercio Automotor, “Es indudable que estamos ante un mercado nuevo. Después de la implantación de los impuestos internos a los autos de alta gama por un lado, y por el otro la variación que tuvo el valor del dólar oficial, llevando actualmente a que no haya autos 0km que no bajen de los 100.000 pesos, el mercado se paró. De todas maneras, tenemos que decir que las bonificaciones que se están llevando a cabo en la mayoría de las marcas de autos nuevos son muy importantes. Diría que dentro de este contexto, es el mejor momento para la compra. Por su parte, el comercio de autos usados pese a que no tuvo una caída tan pronunciada como el 0km durante marzo, es el mercado que más rápido reacciona. El motivo son los precios (que no han subido en igual proporción que los nuevos, por lo tanto los hacen muy codiciados) y porque aquellas personas que estaban juntando dinero para comprar un 0km, hoy ya les es imposible llegar. No solo por el precio, sino por los costos de mantenimiento”.

Alberto Príncipe, Presidente de la Cámara del Comercio Automotor.
“Actualmente las financiaciones que se ofrecen al mercado son tan alta que si antes eran intomables, ahora serian un suicidio tomar un préstamo personal para comprar un automóvil. Entonces de qué manera vamos a generar la reconvención nuevamente de este mercado”, expresó el directivo.
“Las agencias de autos usados se encuentran con un buen stock de vehículos, no así los concesionarios de 0km, que debido a la necesidad de dinero para cubrir los gastos operativos que tenían para los volúmenes que estaban manejando, necesitaban vender o sacrificar autos usados para poder afrontar esos pagos”, mencionó.
“El crecimiento de los últimos años llevo a que nuestras estructuras de negocio siguieran el ritmo del mercado. Tanto en la parte edilicia como de personal. En países “cíclicos” como Argentina, el negocio de la venta de autos varía de un año a otro. La pregunta es si el mercado se va a recomponer o va a seguir igual. Todas estas cosas nos pasan porque en este país nunca tuvimos una ley que proteja al concesionario, ni a los vendedores de autos. Brasil tiene una ley que ampara de forma justa, tanto a las terminales como a los concesionarios, para estas circunstancias que pasan en nuestros países puedan resolver las cosas razonablemente. Acá siempre termina pagando el comerciante”, comcluyó Príncipe.