La ministra de Industria Débora Giorgi recibió ayer al presidente de la poderosa Federación de Industriales del Estado de San Pablo (FIESP), Paulo Skaf, quien habría trasladado la preocupación de los empresarios brasileños por las nuevas condiciones para las importaciones en Argentina.
Según afirmaron desde esa cartera en un comunicado de prensa, el encuentro -calificado como “muy positivo”- tuvo como objetivo principal la agenda de acciones para “equilibrar el comercio entre ambos países”, con una balanza que actualmente se inclina fuertemente para el lado brasileño, con un superávit de u$s 3.400 millones sólo en el sector autopartista.
Explicaron que tal como se acordó en la última reunión entre Giorgi y su par de Brasil, Fernando Pimentel, ambos gobiernos trabajan en medidas para “reequilibrar la balanza comercial”. Ello significaría, lisa y llanamente, que Brasil le compre más a la Argentina. Para ello, identificaron una serie de manufacturas de origen industrial (MOI) que Argentina y Brasil adquieren a terceros países y en los cuales tienen capacidad de comprarse mutuamente.
Puntualmente, señalan un universo de 436 posiciones arancelarias de MOI que Brasil importa de otros países, y que suman unos 37.000 millones de dólares. De esa cifra, sólo 6.100 millones son de Argentina, por lo que calculan un potencial de 31.000 millones de dólares que podrían volcarse a exportadores argentinos. Aseguran además que alrededor de un 20% de ese conjunto podría ser abastecido en forma inmediata.
“Hemos diseñado una agenda positiva que tiene como objetivo principal equilibrar el comercio entre ambos países, y coincidimos en que el camino para lograrlo es que Brasil nos compre más”, dijo Giorgi, y agregó que “durante su visita a nuestro país, Skaf se convenció, por ejemplo, de que existen un conjunto de autopartistas nacionales que están en condiciones de calidad y precio para abastecer al mercado brasileño con productos que ahora Brasil compra a otros países”.
Giorgi y el empresario brasileño recorrieron la planta de la autopartista Taranto en La Plata
Según publica el diario BAE en su edición de hoy, Skaf también calificó “muy positivo” el encuentro y se llevó la confirmación de que no habrá perjuicios en el comercio bilateral, sino, por el contrario, “habrá soluciones” para incentivar las compras de uno y otro lado en diferentes sectores de la economía.
“Tanto en Argentina como en Brasil, el sector automotriz se maneja con decisiones que se toman en las casas matrices fuera del ámbito del Mercosur y que no se corresponden con los intereses de los gobiernos locales”, consideró Giorgi. Además, indicó que “ante un escenario de sobreoferta de productos y potencial competencia desleal, las presidentas Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff están exigiendo mayor contenido regional de autopartes y piezas, con más agregación de valor y permitiendo el desarrollo de proveedores nacionales con mayor contenido tecnológico”.
En el encuentro también se avanzó en la integración productiva en sectores estratégicos, entre los que se destacan el de maquinaria agrícola, automotriz y de bienes de capital. Los funcionarios acordaron que la integración productiva debe involucrar a las multinacionales para que desarrollen proveedores locales y así aporten al desarrollo tecnológico bilateral y regional.
De la reunión también participaron el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, los secretarios de Comercio interior y exterior, Guillermo Moreno y Beatriz Paglieri, respectivamente, más el titular de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), Juan Carlos Lascurain.