Dentro del esquema de reducción del déficit comercial que impulsa el Gobierno para el sector automotriz, los incentivos a la participación de proveedores locales tienen un papel estratégico. En ese camino, la ministra de Industria Débora Giorgi recibió a representantes de las curtiembres locales a quienes prometió gestionar un acercamiento con representantes de la industria automotriz, de modo que les puedan proveer cueros de alto valor agregado a los vehículos fabricados en el país.
Giorgi se reunió con el presidente de la curtiembre Fonseca, Fernando Beverstein, a quien pidió profundizar el proceso de cortado, que es algo que aumenta hasta 20% el valor sobre el cuero terminado. “Las curtiembres agregan valor con productos semiterminados y terminados, y ahora lo que buscamos es un proceso en etapas que las lleve primero a cortar el cuero localmente y luego a fabricar las fundas completas“, explicó la funcionaria. Esto “generará un fuerte proceso inversor en las curtiembres nacionales y potenciará la agregación de valor”, agregó.

El sector de curtido y terminado de pieles es operado por unas 230 empresas, de las cuales aproximadamente 20 son grandes y están en condiciones de acceder a los mercados internacionales por su escala y tecnología; el resto son Pymes que están más orientadas al mercado interno. En tanto, en manufactura de cuero hay cerca de 400 empresas, en su mayoría Pymes.
Beverstein contó que su firma ya está trabajando con algunas empresas automotrices – como por ejemplo BMW, Audi, Mercedes Benz y Porsche – en proyectos para abastecerlos de cueros. El 40% de la fabricación de la empresa son cueros terminados para distintas industrias y el 95% de lo que producen es exportado, la mayoría orientado al sector automotriz.

Según informaron desde esa cartera, días atrás unas 30 curtiembres de la zona sur del Gran Buenos Aires firmaron un convenio para la creación de un polo en Lanús Oeste, donde se concentren las empresas del sector. Se trata de un proyecto de reconversión industrial pactado el año pasado que incluyó el lanzamiento de dos líneas de créditos con tasas subsidiadas para facilitar el traslado a los parques industriales.
“El ministerio ofrece herramientas para que las empresas se establezcan en lugares específicos para el procesamiento de sus manufacturas, fuera de las zonas residenciales y en establecimientos donde cuenten con servicios que las vuelvan competitivas”, destacó Giorgi.
Además, con la incorporación de más producción local, las terminales dispondrán de otra herramienta para cumplir con sus planes de equilibro de balanza comercial, resaltaron desde el Gobierno.