El gobierno de Dilma Rousseff anunció un paquete de medidas para incentivar el consumo y la producción, entre las cuales se incluye una baja en el Impuesto a la Producción Industrial (IPI) que alcanza a la producción automotriz.
El anuncio fue realizado en la noche del lunes por el ministro de Hacienda Guido Mantega, junto a los representantes de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de ese país (Anfavea). El funcionario explicó que el “agravamiento de la crisis exige esfuerzos redoblados” para contrarrestar sus efectos en la región.
Las reducciones en el IPI van desde 5,5 a 7 puntos porcentuales, dependiendo de la cilindrada y el origen de los vehículos. Así, para los que tienen motores de hasta 1.0 litros fabricados en el Mercosur más México, el impuesto se reduce a cero (hasta ahora, pagaban una tasa de 7%). La misma baja opera para los de la misma cilindrada importados de extrazona, pero estos pagaban una alícuota de 37% (por el aumento de 30 puntos dispuesto el año pasado), con lo que seguirán pagando el 30% de su valor.
En la categoría más poblada, de 1.0 a 2.0 litros de cilindrada, el esquema discrimina a su vez si son motores flex o sólo nafteros. En el primer grupo, los fabricados en Brasil, Mercosur y México pasan de pagar 11% a 5,5%; mientras que los importados de otros países pasan de pagar 41% a 35,5%. En el grupo de los nafteros, la baja es de 13% a 6,5% y de 43% a 36,5 por ciento, respectivamente.

Además de la baja del IPI, las medidas comprenden una reducción de intereses para la adquisición de maquinarias y la construcción, a través de la flexibilización de encajes bancarios por un total de 18.000 millones de reales (9.000 millones de dólares) para facilitar y abaratar el financiamiento.
El gobierno de Brasil se planteó como meta para este año alcanzar una tasa de crecimiento de 4,5%. El plan de estímulo al consumo y la producción regirá hasta el 31 de agosto.
En total, las arcas públicas sufrirán una caída de ingresos por impuestos de alrededor de 2.700 millones de reales (2.400 millones dólares).
Por su parte, desde Anfavea se comprometieron a reducir el precio de venta de las unidades en cerca del 10% y a no hacer reducciones de personal, por lo menos hasta el fin del plan. “El paquete de medidas atiende las demandas de nuestro sector, sin dudas, la industria está con un nivel alto de stocks y estas medidas van a agilizar el crédito” declaró el presidente de la asociación, Cledorvino Belini.