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PRUEBAS

09/11/2010

Prueba: Volkswagen Suran II 1.6L I-Motion

El rediseño del Suran resulta óptimo para este modelo familiar exitoso en la Región. La metamorfosis alcanza casi todos los ítems del vehículo salvo el impulsor, que sigue siendo el confiable 1.6 L nafta con poco más de 100 CV, que suma la opción de caja robotizada I-Motion que lo distingue entre sus competidores.

Prueba: Volkswagen Suran II 1.6L I-Motion

El “lifting” al cual se ha sometido el Volkswagen Suran lo ha modernizado, luciendo mucho más europeo que antes, tal como se puede observar en el plano frontal, donde la grilla presenta dos barras y los faros con línea de flecha apuntan a la base del logo. Sigue este concepto la extendida toma de aire inferior, dividida por la barra horizontal con faros antiniebal calzados en los extremos.

De perfil se notan más musculosos los pasarruedas y resultan atractivas las llantas de diez rayos y los retrovisores exteriores, ahora con luz de giro incorporada.

Mínimas diferencias presenta en el portón posterior. Los faros son ahora de base recta y sin ópticas circulares como en el modelo anterior.

El habitáculo es generoso, con puertas amplias para el acceso tanto adelante como atrás, butacas de correcta ergonomía para conductor y acompañante y sin objeciones las traseras, que además de ser corredizas, cuentan con respaldos rebatibles 50:50. El lugar destinado al equipaje es correcto y la línea de carga es baja.

La ambientación ha cambiado para mejor, destacándose el salto de calidad de los materiales utilizados en tapizados y revestimientos en general, como así también la combinación y armonía entre colores y tonos. Algunos marcos cromados de dimensión equilibrada y los pequeños apliques del tipo aluminio pulido jerarquizan el interior. Lo anterior coincide con lo destacado en el nuevo Fox conocido hace poco.

El tablero de instrumentos es atractivo, completo y de fácil lectura con medidores analógicos -de aguja- para rpm y velocidad. A su vez, los controles de temperatura y nivel de combustible se encuentran contenidos en el tacómetro y velocímetro respectivamente.

En el centro se ubica el múltiple display, donde se leen las informaciones de las dos opciones del ordenador de a bordo, que se eligen desde el comando instalado en el volante multifunción, desde donde también se controla el sistema de audio, que suena bien y se disfruta gracias a la correcta insonorización, teniendo en cuenta el segmento al que pertenece el modelo y su origen Mercosur. Optimiza la calificación la eficiencia del climatizador -de accionamiento manual mediante perillas circulares- teniendo en cuenta el importante volumen interior de este tipo de vehículos.

Sin dificultades para cualquier contextura física es posible de obtener la mejor posición de conducción dado que butaca y volante cuentan con regulación de alcance y altura, además de correcta profundidad de la pedalera. La visibilidad es buena en los planos francos, adelante, atrás y laterales; ligeramente interferida en la línea de cruce por la posición del parante delantero y los apenas elevados retrovisores externos.

En el rubro seguridad bienvenidos sean los airbags frontales, aunque no se entiende la excusividad del ABS para la versión Top, cuando se observa un importante enriquecimiento electrónico en todas las alternativas del modelo.

Sin embargo, hay que reconocer el comportamiento progresivo del sistema de frenos, que igual requiere cierta moderación al pisar el pedal para no bloquear y dañar los neumáticos.

Menos de $ 1.000 permiten acceder a la transmisión I-Motion, que por su relevancia le dedicamos un párrafo aparte, siendo ésta una excelente opción en la elección de la compra del auto. La rapidez y precisión del eficiente sistema electrohidráulico con mando inteligente por procesador para pasar las marchas, se destaca en toda acción.

Optando por la posición S se obtiene el poder de reacción necesario para desplazarse con agilidad en el difícil tránsito urbano, hasta con mejor desempeño que algunos conductores medios cuando deben elegir la marcha de caja adecuada. En esta opción el consumo de combustible se eleva, pero en D con las precauciones del caso se aproxima a 10 km/litro, similar al correspondiente al modelo con selectora mecánica, pero con el beneficio de la automática.

Lo mismo sucede a velocidad sostenida en 5ª viajando en autopistas, cuando el consumo se encuadra en los parámetros normales de la caja puente, donde se transmite la potencia entre el par de ejes por dos engranajes. En el momento de la maniobra de superación basta con hundir el acelerador a fondo para que el sistema baje un cambio y proporcione adecuado poder de reacción.

Como vehículo familiar, los registros de aceleración superaron las expectativas tanto en el 0 a 100 km/h, como en el ¼ de milla y el kilómetro, pero en la reiteración de la prueba se incrementaron, consecuencia de la exigencia a la cual se somete el disco de embrague.

Alcanzar la velocidad máxima en 5ª indica que la relación no es sobremarcha en función de economía de combustible, aunque el número absoluto lo sea. En promedio superó los 171 km/h al régimen donde el motor entrega la máxima potencia.

En el segmento donde compite, por diseño autóctono y éxito de ventas, este modelo de Volkswagen se posiciona como un emblema de la industria automotriz argentina. Con esta evolución y especialmente por la incorporación de la caja robotizada, el Suran II seguirá dando batalla desde lo alto del podio.

 Textos: Alberto Juárez
Fotos: Hernando Calaza




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