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PRUEBAS

05/01/2011

Prueba Renault Fluence 2.0 L Privilege CVT

El Renault Fluence es una apuesta fuerte y válida para enfrentarse con otros productos importantes, algunos presentes y otros por venir, en el creciente mercado de la Región.

Prueba Renault Fluence 2.0 L Privilege CVT

Por calidad, el Fluence se asemeja a muchos modelos fabricados el siglo pasado por Renault en el país y que estaban al mismo nivel de aquellos que salían de las principales plantas de la marca del rombo en Europa. En el segmento donde compite recuerda al Renault 21 RTi, un modelo distintivo en calidad y tecnología, lanzado en tiempos tan competitivos como el actual.

Entre las principales virtudes del diseño se destaca su personalidad, que a diferencia de la mayoría de los modelos presentados en los últimos tiempos no se asemeja a ninguno, ya sea de la misma marca o de las otras. Esto lo destaca y a su vez le quita identidad, pues se descubre que se trata de un Renault por el rombo que luce en el centro del capot y tapa de baúl, pero no hay que olvidar que se trata del nuevo lenguaje estético de la marca.

El volumen anterior luce poderoso por lo elevado del capot, los musculosos pasarruedas, los faros principales de gran superficie que invaden los laterales, la pequeña grilla debajo del emblema y el contorno de la toma de aire inferior con los fatos antiniebla enmarcadas por aros cromados.

Lo mismo para el perfil con acentuada línea de flecha, donde prevalece el área metálica sobre la vidriada que parece continua por el marco negro de las tres ventanillas. El techo, de línea curva extendida en beneficio de la altura interior para las plazas posteriores, empalma con el baúl corto en el cuerpo posterior, en cuyo plano final se observan quiebres con aristas marcadas, faros grandes invadiendo tapa de baúl con línea baja de carga.

Interior

El interior es elegante gracias a la combinación de tonos grises y beige. Se observan apliques, símil aluminio pulido o cromados, de líneas rectas o levemente curvas, en las contrapuertas, plancha y consola. El tapizado es de cuero ecológico con perforaciones y las costuras prespunteadas.

Con casi metro y medio a la altura de los codos es un cinco plazas amplio, aunque la altura no es tan generosa y se torna crítico para los pasajeros de las plazas posteriores que midan más de 1.80 m.

Todos los asientos son confortables. La butaca del conductor, que cuenta con todas las regulaciones incluída la de sujeción lumbar y el volante, con ajuste en altura y profundidad, permiten alcanzar una posición de manejo ideal, mientras que la del acompañante, fija en altura, es demasiado alta.

El tablero principal posee de medidores circulares, tacómetro con control de temperatura en la base, velocímetro en el centro y a la derecha el display de marcha, más el nivel de combustible. Desde el volante se operan el control de velocidad crucero, que se habilita desde una tecla debajo del apoyabrazo derecho, la telefonía celular y el sistema de audio, completo y que permite conectar diferentes dispositivos externos. Gran alcance de onda en AM-FM, complejo para operar, pero de muy buena fidelidad de sintonía y su display se comparte con el navegador satelital por primera vez incluído en un vehículo construído en América del Sur, que cuenta con cartografía regional y se programa desde control remoto.

Seguridad

En su segmento y entre los de origen Mercosur, el Fluence es el modelo con mayor equipamiento de confort, asistencia a la conducción y seguridad. Son tantos los sistemas que lo equiparan a los medianos extrazona más importantes (Ver ficha de Equipamiento). Sin embargo, llama la atención la ausencia de las fijaciones Isofix (para sillas infantiles) sobre todo tratándose de una vehículo familiar.

Área, inclinación de luneta y apoyacabezas comprometen la visibilidad hacia atrás, que en la maniobra de estacionamiento es salvada por los buenos retrovisores externos y los sensores sonoros de aproximación del sector posterior. Correcta la visibilidad en los planos longitudinal y transversal; lo mismo en el ángulo de cruce si se opta por la posición alta de conducción.

También lució en excelente nivel la eficacia de los frenos, demostrando la alta tecnología aplicada al sistema en el piso de ensayo utilizado por Mega Autos Digital -Autódromo Juan y Oscar Gálvez-. Desde 60 km/h necesitó menos de 12 m para detenerse y 100.85 m desde 160 km/h.

Comportamiento

Lo impulsa el 2.0 16V atmosférico de origen Nissan, destacándose la distribución variable y el uso de cadena en el mando del doble eje de levas, con 143 CV a 6.000 rpm y casi 20 Kgm de torque a 3.700 rpm homologados, energía válida para mover la casi tonelada y media en orden de marcha.

Además, el vehículo del ensayo, tope de gama, incluye caja CVT, lo mejor en función de administrar la potencia para obtener fuerza o velocidad en la rueda. Este variador de velocidad es otra de las exclusividades del Fluence en su segmento y recordado por quienes tuvieron la oportunidad de conducir el Honda Fit de anterior generación y mucho más por aquellos usuarios que lo reemplazaron por el actual.

Esta caja produce infinitas relaciones de transmisión, no hay caída de rpm en la aceleración, con el pedal a fondo el motor se mantiene fijo a 6.000 rpm con el selector de marcha en D. También cuenta con la opción secuencial que fija seis relaciones, que no son otra cosa que igual cantidad de posiciones de la correa entre las poleas cónicas de la transmisión, tanto en una como en otra se arranca con acople hidráulico provisto de convertidor de torque. Si le interesa conocer el funcionamiento de este tipo de caja puede ingresar en la sección Test Drives, en la prueba correspondiente al Fit CVT.

Durante la prueba dinámica quedó ratificada la imagen del modelo, de carácter tranquilo, familiar, con el confort como objetivo principal, especialmente en la versión automática. Festejamos la vuelta del Departamento de Ingeniería de la planta Santa Isabel de Renault en Córdoba, en lo que respecta a la ingerencia del diseño, pues la exigencia de los pisos de nuestra Región representa el mejor banco de ensayo para lograr la rigidez, durabilidad y comportamiento necesarios, tanto del chasis como de las suspensiones. Un ejemplo de ello, son los Clio de fabricación nacional, con una decena de kilos más que los importados, engordados en el monocasco para lograr la rigidez adecuada.

Tanto en el adoquinado como en pisos irregulares, los valores elásticos elegidos en el Fluence minimizaron los movimientos que se generan en estas superficies, sin alterar el confort y no se filtraron ruidos en el habitáculo. Sorprende en el tránsito la agilidad gracias al poder de reacción que resulta del torque del motor y del comportamiento del variador CVT.

Se observó mejorada la asistencia de la dirección que, según se informó se incrementó el número de sensores en el mando eléctrico para la respuesta progresiva y precisa según sea la velocidad de marcha.

El buen cuadrilátero de apoyo generado por las trochas y la distancia entre ejes, en ruta resultan en el comportamiento estable de un auto grande, manifestándose muy seguro no sólo en lo derecho sino también en curvas amplias abordadas a velocidades importantes. En el slalom y en trayectorias sinuosas, el rolido es por encima de lo deseable, aunque avisa y ayuda el control de estabilidad permite corregir los excesos de subvirancia.

Ficha técnica y equipamiento

Performance

Los registros de aceleración respondieron a la lógica física de energía disponible e inercia a vencer. Aún mortificando el acople hidráulico -no se debe hacer, acelerar con el freno accionado- de 0 a 100 km/h fue imposible mejorar 10s6; en el cuarto de milla fueron 117s65.

Alcanzando 130 km/h, para el kilómetro empleó 32s16, superando por poco los 164 km/h. La velocidad máxima se logró en 5° siendo 194.8 km/h a 5.100 rpm; en 6° sea con selector en D o en S no se llega a ese valor, por lo tanto esta posición de la transmisión es sobremarcha en función de economía de combustible -43 km/h cada 1.000 rpm-.

En relación a ésto el consumo es austero por potencia, peso y tamaño del auto. En ciudad fueron 11 litros para los 100 km. A 90 km/h en autopista, referencia por lo general utilizada por las automotrices por razones de marketing, recorre más de 300 km con 20 litros. Circulando a la velocidad permitida en la Panamericana -130 km/h- califica muy bien el rendimiento de motor y transmisión por los 8.95 litros que necesita para recorrer un centenar de kilómetros, especialmente por la importante área frontal del modelo y el Cx 0.33 homologado.

Conclusiones

En su segmento, el Fluence tiene cualidades para disputar con fundamento el liderazgo. Ofrece la mejor relación precio/equipamiento en tecnología al servicio de la seguridad, confort y asistencia dinámica, con items exclusivos como la caja CVT, los seis airbags, la tarjeta de apertura y puesta en marcha manos libres y el navegador satelital, entre los más destacados.

Este modelo es el más importante presentado por Renault en el MERCOSUR en lo que va de este Siglo XXl, además de ser un orgullo argentino nacido en la histórica fábrica de Santa Isabel, en la provincia de Córdoba.

 

Textos: Alberto Juárez

Fotos: Hernando Calaza





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