logo

PRUEBAS

29/10/2010

Prueba: Chery QQ

Importado de China, el citadino de Chery es uno de los autos más baratos del mercado local. Busca adeptos a partir de la simpatía de sus líneas y una interesante relación precio/producto. Probamos la edición especial, basada en el equipamiento “Basic”, pero con mucho confort para dar.

Prueba: Chery QQ

¿Quién no recuerda al Daewoo Matiz de los 90? Al igual que el Chevrolet Spark, y salvando las diferencias, en las líneas de ese modelo está basado el QQ. El lateral se asemeja demasiado al de ambos productos, por supuesto que el de Chery aporta lo suyo. El frontal muestra su personalidad en un conjunto atractivo a través de ópticas circulares, seguidas por luces de giro y faros antiniebla colocados verticalmente en el paragolpes.

Atrás posee una estética más “discreta”, pero que se realza recurriendo a un aplique cromado. Desde la versión más económica, el QQ dispone de espejos y baguetas del color de la carrocería y esta versión agrega un sutil alerón trasero.

Para cerrar un conjunto redondito que incluye hasta barras de techo, a esta edición especial (200 unidades) basada en el Basic le faltarían las llantas de aleación, nada más. En síntesis, se trata de un modelo de líneas generales ya conocidas, pero que se las arregla para despegarse de esa herencia y sumar simpatía.

Interior

A primera vista, el QQ se despega de todo lo conocido en el segmento empleando un tono “natural” -y preponderante- puertas adentro. Esto le da un toque distinto, demasiado sensible a las exposiciones del uso diario, pero que genera mayor sensación amplitud.

Los plásticos, por supuesto, son rígidos y en general poseen una buena presentación. Cuando empezamos a “urgar” encontramos encastres y detalles a mejorar, como el cierre de la guantera. Pero hay otros buenos, como la presentación de las contrapuertas, con material textil similar al de los asientos, y de la consola, con comandos de correcto tacto. Por su parte, el tablero es digital, ofrece una aceptable lectura y está respaldado por un reóstato.

Si hablamos de la posición de manejo, lo más criticable radica en una pedalera que queda algo elevada respecto al piso. Además, el pedal de freno tiene un recorrido extremadamente largo (al principio parecía que íbamos a pasar de largo) y un tacto algo gomoso. Cuestión de acostumbramiento. Más allá de ésto, se disfruta de la suavidad de la dirección como del resto de los comandos.

Atrás posee suficiente espacio para que dos personas se acomoden sin demasiados problemas. A diferencia de muchos modelos del segmento, en este caso el respaldo es de generoso tamaño y permite encontrar una buena posición, aunque se nota la ausencia de los apoyacabezas.

El baúl es chico, pero responde a las características de un auto pensado para la ciudad. Bienvenido el respaldo trasero rebatible en 1/3 – 2/3. En tanto, el equipamiento de esta versión incluye, entre otras cosas, cierre central de puertas a distancia (se cierran automáticamente los vidrios cuando se traba el auto), aire acondicionado, cuatro levantavidrios y espejos eléctricos y faros antiniebla delanteros y traseros.

Comportamiento

La corta distancia entre ejes sumada a las suspensiones “duritas” lo vuelven quisquilloso ante las imperfecciones de las calles de la ciudad. Es saltarín en caminos desparejos y poco amigable con los lomos de burro, los cuales hay que tomarlos con tranquilidad. La tendencia en estos casos es transmitir al pie de la letra los desniveles del camino. Además, en ciertas ocasiones acusa ruidos estructurales y provenientes del tren delantero.


Esa dureza presente en lo desparejo es una aliada en la ruta donde, a pesar de su propuesta urbana, el QQ muestra un comportamiento aceptable, aunque con algunos lógicos balanceos y una tenida direccional que se ve comprometida -y obliga a estar atento- por la acción de los vientos laterales.

En ruta a velocidades legales se sienten mucho los ruidos eólicos y en demasía los provenientes de la rodadura. La visibilidad es buena gracias a sus finos parantes y a la hora de estacionar contribuye con la tarea la luneta vertical y el sensor de estacionamiento, una exclusividad de esta edición especial de 200 unidades.

Performance

Los 68 caballos del naftero de 1.1 litros se las arreglan para mover los 890 kilos del QQ en condiciones normales. Es ágil en el tránsito gracias a sus relaciones de caja más bien cortas. En ruta, para realizar sobrepasos es menester calcular bien la maniobra y tener bien a mano la palanca de cambios.

A fondo orilla los 150 km/h, algo más rápido que los 140 km/h que declara la marca, que también indica un “cero a cien” en 15 segundos y un consumo promedio de 5,2 l/100 km. Por el lado de los frenos, el tacto del pedal no ayuda demasiado y la tendencia a bloquear es inminente.


A simple vista, los escasos 38 litros del tanque de combustible (aunque coherentes con el tamaño del auto) dan la sensación de que el QQ gastara demasiado. Claro que esta sensación se esfuma cuando acudimos al surtidor.

Ficha técnica y equipamiento

Conclusión

Con un precio arrollador de 10.615 dólares (unos 42.200 pesos), este QQ Edición Especial cuenta con una saludable relación costo/producto que sólo podrá ser disfrutada por 200 personas. Es que no hay modelo de este precio con el equipamiento de esta versión. La garantía es de 2 años ó 50.000 kilómetros.

Más allá de esta versión especial, el pequeño oriental localmente ofrece tres niveles (BasicLight Confort) a precios accesibles. El más barato dispone, entre otras cosas, de dirección asistida, radio con MP3 y USB, apertura interna de tanque de combustible y baguetas y espejos color carrocería.

El Light, a grandes rasgos, suma aire acondicionado, CD y tercera luz de freno; y el más completo agrega el pack eléctrico (cuatro levantavidrios, cierre central y espejos con comando eléctrico) y las llantas de aleación.

 

Textos y fotos: Gastón Vanini





COMENTARIOS