El Huayra, la nueva joya del diseñador argentino Horacio Pagani, no llegará a los Estados Unidos, por lo menos hasta el año 2013. De acuerdo a la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA,) organismo norteamericano encargado de la seguridad vial, el vehículo no pudo ser homologado debido a la carencia de airbags adaptativos. El dispositivo consiste en sensores que al detecar la presencia de un niño inflará una bolsa que se adaptará a esa contextura física.
El NHTSA ya había cedido anteriormente un permiso especial a Lamborghini y Tesla por motivos financieros. Pagani intentó ir por el mismo camino, explicando a la entidad reguladora que el rechazo a su petición de ingresar sin este tipo de airbags le costaría pérdidas por u$s 4.5 millones entre los años 2011 y 2014, ya que dicho sistema de seguridad lo implementaría recién en el año 2015. El costo por adaptar las bolsas de aire especiales rondaría los u$s 5.7 millones.

El Huayra, valuado en 1.0 millón de euros, nació como un concepto en 2003, cuando Pagani introdujo el Zonda Z Roadster. Su nombre significa “Dios del Viento”, en el lenguaje de las tribus indígenas del noroeste argentino y boliviano. Este bólido está equipado con un motor Mercedes-AMG M158 V12 Bi-Turbo, de 5.980 cc, 700 CV y un torque de 1.000 Nm. Cuenta, además, con una caja de 7 marchas secuenciales. Sus medidas son 4.605 mm de largo, 1.169 mm de altura, 2.795 mm para la distancia entre ejes (70 mm más respecto del Zonda) y un ancho total de 2.036 mm. El peso del vehículo es de 1.350 Kg.
En el frente, cuenta con faros bi-xenon autodaptativos y los de posición con LEDs están integrados armoniosamente con la forma elíptica de la imponente toma de aire. El paragolpe posterior integra el difusor dominado por un marco elíptico que circunda y valoriza los cuatro escapes, símbolo y continuidad de uno de los elementos más característicos de la marca Pagani.

El chasis central está construido en carbo-titanio, y se distingue por las puertas alas de gaviota que incluyen además un área del techo. La investigación se focalizó en la aplicación de materiales compuestos avanzados y tecnologías ya probadas sobre el Zonda R para alcanzar los más altos niveles de rigidez, unidos a la máxima reducción del peso.
La forma de las dos tomas de aire del motor detrás de las espaldas de los ocupantes son un homenaje a los más avanzados aviones supersónicos de la década de los cincuenta y sesenta. La toma de aire de la caja de cambio, situada detrás del vidrio del capot trasero, permite un intercambio térmico a través de una canalización de aire sin que éste genere rozamiento aerodinámico.

El interior del Huayra es sorprendente. Diseñado para viajar de manera muy confortable, el cuero invade la mayor parte del habitáculo, mientras que el aluminio se apodera del tablero (inspirado en los relojes suizos más sofisticados), de la consola central (con forma de clarinete) y de otros dispositvos. Un botón en el volante permite programar el tipo de condición de manejo en modalidad confort, sport y automático. El touchscreen central de alta definición es el corazón del sistema multimedia del superdeportivo dedicado al control de las funciones audio, navegación satelital, secundarias y teléfono Bluetooth.
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El reemplazo del Zonda es, tal como lo define su creador: “Elegante y musculoso, combina pasado, presente y futuro en una interpretación sin tiempo del arte del automóvil”.
Pagani siempre ha demostrado un gran interés en el mercado norteamericano y su objetivo para el primer año era una venta de 5 unidades del Huayra, incrementando el volumen proporcionalmente de acuerdo a los pedidos. Por ahora, los fánaticos de Pagani deberán tener paciencia o conformarse con otras super máquinas hasta que las joyas del diseñador argentino cumplan con las exigencias de la NHTSA.